martes, 11 de enero de 2011

11-01-2011

Acompañado de una suerte de resfrío / alergia, que no es alegría sino alergia, me siento menos solo en la espera. En el camino me encontré con la chica rubia a la cual saludé y seguí. Ella leía su libro y yo no soy de hablar mucho. Una pareja a un par de metros de distancia se toma los altoparlantemente anunciados  doce minutos de demora con soda convirtiéndolos en una extensión del remoloneo matinal, marital. Death Cab for Cutie – We Looked like Gigants. Esta fresquito. Después de más de 30 años de trabajo, mi mamá cambio de profesión. Su llamado me advierte lo que yo deduje como problemas en el servicio del tren. Una madre joven llena el espacio con la educación de su pequeñita, rubia, inquieta, alegre, que juega, hija. El padre mientras tanto, luce look casual. Lee la sección de deportes y cuelga de su hombro una mochila de Barbie. El primero lo dejo pasar. Viene y viene hasta la manija. Portishead – Half Day Closing. Creo que acabo de entender esa expresión. Es el colectivo el que puede literalmente venir hasta la manija. La verdad que no lo sé, es temprano para mí. Encima llueve, llovizna. Todos los que estamos, estamos bajo el techo éste, excepto por un par de rebeldes que se esconden bajo sus paraguas. Si tener un Iphone significa terminar en pantalones color mostaza, mocasines marrones que combinan con el cinturón y camisa azul, entonces elijo tecnologías casi obsoletas. Depeche Mode – A Question of Lust. Llegó.

No hay comentarios:

Publicar un comentario